domingo, 10 de mayo de 2009

De la Vogue

Algunos piensan que es la única cabeza lúcida del gobierno Zapatero; otros piensan que esto no es ningún mérito. Yo pienso igual que usted, que es intolerable que la Vicepresidenta se haga valer, ante su tropa de correligionarios ministros, para aprobar una nueva regulación que algún tribunal de justicia forzosamente declarará ilegal cuando de esta señora no se acuerden ni los que pensaban que era lúcida.

Como el criterio del Gobierno es no tener criterio, ni siquiera el de su ideario social, el turno del atropello, del intervencionismo más rastrero, le ha llegado a las empresas de telecomunicaciones que operan en España. Sí, ya saben, las Telefónica, Vodafone, Orange, Yoigo, Tele2 y demás familia, ésas que le despiertan a usted de la siesta cada día para ofrecerles descuentos imposibles en su factura de Internet.

La enésima ocurrencia de la vogue es que estas empresas, privadas para más señas, tendrán que abonar una tasa del 0,9% de sus ingresos para financiar parte de la eliminación de la publicidad en la televisión pública, la RTVE, la del ‘Cuéntame cómo pasó’. Toma ya. Se lo cuento si me aclaro.

El ente público RTVE, ese saco roto sin fondo capaz de acumular pérdidas recurrentes en aras del servicio público, ¿público?, dejará de ingresar unos 500 millones de euros anuales en concepto de publicidad; El Ariel ya no lavará más blanco en TVE, ni pagará por aparecer en el intermedio del ‘Mira quién baila’. Parecía razonable atender la sempiterna demanda de las televisiones privadas que competían en desigualdad ante el ‘saco roto’, pero de esta forma tan chusquera no lo entiendo.

¿Y por qué no cerramos el chiringuito y nos dejamos de mantener una televisión pública que sólo se dedica a sacar el lado bueno del gobernante de turno, y cuya parrilla de programación es parecida a la del resto de sus competidoras privadas? Pues porque ese muerto de millones de euros lo van a soportar las empresas de telefonía; no me dirán que no es brillante la idea; Me disculpo de antemano y acudo por segunda vez en pocas semanas al castizo y malsonante, ¡que se jodan, que bastante dinero ganan; bien hecho, Vice Vogue!

Una vez aliviado y satisfecha mi venganza por la factura mensual que pago a mi operador de móvil, es inevitable pensar en las consecuencias directas e indirectas de la majadería aprobada.

Hasta que un tribunal competente les devuelva lo que es suyo a las operadoras privadas, sus gestores contrarrestarán la medida aumentando las tarifas que cobran a sus clientes, a todos nosotros, con el fin de salvaguardar sus márgenes ilegalmente menguados. Ya lo ha advertido el señor Alierta.

También podrían dejarlas como están, y que fueran los accionistas de cada empresa los que soportaran la arbitrariedad vogue, pero entonces quizá sus dineros volverían la espalda al sector teleco e irían a buscar otros sectores menos intervenidos y de mayor rentabilidad. ¿La consecuencia?, menores posibilidades de inversión de aquéllas, y en definitiva, peor servicio para todos.
Espero que, por lo menos, sea usted un español como Dios nada y a partir de ahora vea los documentales de La 2; al fin y al cabo, cuando llame a su pareja por teléfono para ver cómo anda su niño, estará contribuyendo al bien común.

En este caso y como tantas otras veces, si me han entendido bien es que me he explicado mal.

4 comentarios:

Peter Mihm dijo...

Sin duda esto es una sucesión de genialidades. Dentro de un par de décadas nos acordaremos de esta gente y veremos en ellos a unos dignos sucesores de los Hermanos Marx...

Whopper con queso dijo...

Es todo populismo barato con el que alimentar a las hordas de subvencionados y liberados de nuestro pais. A la corta quedan como Robin Hood que le roba a los ricos para dárselo a los pobres.

Peter Mihm dijo...

Pero yo no soy rico y me siento robado...

Whopper con queso dijo...

Yo supongo que cuando vea a ZP en los libros de Historia de mis nietos como el peor Presidente de la era moderna de España me ria...pero hoy menuda mueca que se me pone ...