lunes, 21 de diciembre de 2009

Que viva usted cien años

Hay poco más de 3.500 españoles que sobrepasan los cien años. De cada 800.000, tan solo uno lo consigue. Por el contrario, la probabilidad de que le toque a usted el Gordo de Navidad es mucho más esperanzadora. En el bombo se meten 85.000 bolas, es decir, comprando un décimo tenemos una posibilidad entre 85.000.

Afortunadamente la cosa no acaba aquí. Y digo afortunadamente porque entonces nos perderíamos mucho del entretenimiento gratuito y de las absurdas supersticiones que nos deparan cada año los días previos al sorteo de la lotería de navidad: ‘Que si el número agraciado coincidirá con la fecha de la muerte de Michael Jackson. Que si caerá como maná en la costa de la muerte, por lo del prestige. Que si Doña Manolita o la Bruixa D’Ors volverán a cantar pleno’.

Y cada año los matemáticos responden de igual manera y con la misma contundente racionalidad a los tópicos que se les plantean: ‘Las posibilidades de conseguir el Gordo son exactamente las mismas sea cual sea el número con el que juegue, sin distinción alguna’. Da igual si usted vive en Madrid, Albacete o Teruel. Si lo compra en doña Manolita o en don Manolito. Si acaba en 96 o en 69.

Aunque sean fechas obligadamente entrañables, y aunque no sea estrictamente necesario, creo mi deber cerrar el año haciendo emerger unos datos no opinables, pero tremendamente alentadores: Tiene usted el 85% de probabilidades de perder todo el dinero que juegue en el sorteo de mañana; un 10% de que le toque la devolución de lo jugado, y un 5% de que le caiga algún premio. Visto así, no parece tan irracional el sorteo, ¿verdad? Haga como yo, juegue según le dicte el subconsciente.

Por cierto, sólo una leve maldad navideña: Los premios de la lotería no llevan gravamen fiscal, pero no descorche el cava todavía; previamente el Estado confisca el 30% del importe jugado, unos 945 millones de euros por estas fechas. ¡Vaya, o sea, que pagamos todos los jugadores, nos toque o no!

Y es que sigue siendo verdad la vieja máxima que advierte: ‘lo que a algunos les sale gratis, a otros les sale caro’. Pero, ¡qué grande es el estado del bienestar!, tanto más cuanto más desconocido nos es.

Mucha suerte para mañana, y que cumpla usted cien años.