domingo, 14 de diciembre de 2008

Cuando muchos hacen ricos a pocos

Cualquiera de nosotros habrá escuchado alguna vez, si no sufrido, las lágrimas que provocan las llamadas estafas piramidales, el timo de la estampita en versión trajeada y con gemelos de marca. Para quien se halle plácidamente viviendo en el mundo de la ignorancia, les diré que este sistema es tan simple y antiguo, que sólo juntando la maldad y la codicia borreguil del ser humano, puede triunfar una y otra vez, por los siglos de los siglos, amén.

El sistema, ya les digo, es muy simple, tanto que hasta una banquera de pueblo estafó a miles de ahorradores en Portugal hace casi 30 años. Cojan papel y lápiz para apuntar la receta por si tienen la tentación de hacerse ricos alguna vez. Necesitamos un hábil organizador que ofrezca elevados rendimientos para inversiones denominadas 'alternativas' (vean caso AFINSA-FORUM), y un conjunto de codiciosos y desinformados inversores entre los que primen unas estrechas relaciones de confianza; padres que convencen a hijos o viceversa, éstos a los vecinos, aquéllos a íntimos amigos, éstos a su vez a compañeros de trabajo, exnovias a novios, y así sucesivamente hasta establecer la denominada estructura piramidal que tan bien refleja las relaciones entre los miembros de hoy, futuros damnificados del mañana.

Las elevadas tasas de interés prometidas se sufragan principalmente con la incorporación de nuevos 'clientes' al mecanismo, y esto además refuerza el voto de confianza por parte de aquéllos que en su momento recibieron puntualmente los primeros rendimientos de la pirámide.

El riesgo de un esquema piramidal es que funciona mientras existan nuevos inversores en cantidad suficiente. Cuando la población de nuevos posibles participantes se satura, los beneficios de los inversores originales disminuyen y muchos participantes terminan sin beneficio ni capital alguno tras haber financiado las ganancias de los primeros participantes.

Ahora que se acerca el simulacro de paz y amor de cada año por estas fechas, voy a ser un poco malo, siempre desde el respeto y la amistad que nos une. ¿no les recuerda este mecanismo piramidal a nuestro sistema de pensiones público? Sí hombre, esa gran maquinaria controlada por la el Estado que se encarga, teóricamente, de velar por el bienestar de los jubilados.

Me explico; hasta donde yo sé, el sistema público de pensiones se nutre de dinero proveniente de los salarios o sueldos de aquellos trabajadores en situación activa, que se ven obligados a aportar parte de su salario para que éste sea administrado por el Estado; estos recursos frescos sirven para atender el pago de las pensiones de aquellos trabajadores que ya se encuentran en condición de jubilados. ¿a que el sistema les va sonando?

Bueno, aún queda el asunto de la necesaria fidelidad al sistema; esto ya lo tenemos resuelto los españoles, pues nuestro sistema de pensiones no es opcional; además, como la nómina ya viene neta de este asuntillo, a nadie le duele en exceso.

El problema es que esta pirámide explotará, ¡vaya que si explotará! Y, cuando todo se vaya al carajo, nos dirán que desafortunadamente nuestro sistema de pensiones ha quebrado; no nos dirán que era un sistema piramidal estafador, no, nos hablarán de la solidaridad, del estado del bienestar, de los más desfavorecidos, de los errores del pasado.

Vaya, y yo que quería hablar de la estafa piramidal del señor Bernard Madoff, la mayor estafa financiera de la historia........ hasta el momento. Un nuevo escándalo para acabar este 2008 glorioso, aunque, por una vez, los afectados no son gente desinformada del pueblo , sino grandes fortunas de todo el mundo. Y yo que pensaba que éstos nunca perdían.

2 comentarios:

Peter Mihm dijo...

El otro día lo hablaba con uno de mis cuñados. Y la conclusión fue que cuando estemos en edad de jubilarnos no habrá dinero para pagar nuestra jubilación.

¿Timo piramidadl? Justo. Y nuestros hijos que tendrán que soportar a una población en la que la media serán 70 años de edad y media docena de dientes por cabeza...

Pero sí, nos venderán la burra.

Ayer oí que el timo no lo inventó la portuguesa que mencionas sino un español que emigró a EE.UU. en el siglo XIX. Incluso hablaban de una hija de Mariano José de Larra que por lo visto también timó a unos cuantos con un procedimiento similar. Sea como fuere, el tocomocho huele a ibérico (no jamón, pero bueno) de lo lindo.

LITROS dijo...

Que bueno.