La potestad tributaria de la Administración ha hablado y, de su creativa mente y de su bienhechora actitud han nacido, casi de la nada, dos nuevos tramos en el IRPF. Seguro que a los menos tarambanas de la clase estos nuevos tramos les sonarán a viejos y, a lo mejor, a poco.
Ya lo decía Sancho Panza, ‘Dos linajes solos hay en el mundo, como decía una agüela mía, que son el tener y el no tener’. Pues a los ilustres caballeros del tener ya saben lo que les toca a partir de 2011: Un punto porcentual más de presión fiscal, hasta el 44%, si ganan más de 120.000 euros al año, y 2 puntos más para los que ganen más de 175.000 euros, hasta el 45%.
Como usted, supongo, no pertenece al 1,5% de contribuyentes que declara más de 120.000 euros como rendimiento de trabajo de alta cualificación, el artículo de hoy lo considerará tan salado como un dulce insulso.
O quizá venga a su mente el tópico español del fuero y el huevo y entonces opte, en defensa propia, por la renuncia a sus principios más secretos en lugar de enfrascarse en una batalla, perdida de antemano, y de escaso rendimiento contante y sonante.
Los más leguleyos preferirán sacar a flote sus conocimientos jurídicos, recordando de paso a las conciencias adineradas que debemos financiar los gastos públicos ‘por ley’ y, como buenos acatadores y miembros de esta grey solidaria y equitativa, no ha lugar reclamación alguna.
A ellos les aporto, sin querer afearles la causa, un argumento rimbombante y pomposo: La subida no es más que una exacción pecuniaria forzosa para los que están en el hecho imponible en las capas altas. Sin más sermones.
Pero como yo aspiro, legítimamente, a verme asediado fiscalmente en un futuro con el adjetivo de ‘rico, muy rico’, pues me opongo.
Y no sólo me opongo porque lo recaudado con esta subida se vaya a utilizar para compensar piadosamente los favores del pueblo vasco peneuvista. No sólo me opongo porque suponga un nuevo guiño populista a la izquierda sindical del 29 de septiembre.
No sólo me opongo por el luminoso cartel progresista de la inoportuna medida. No sólo me opongo porque se retuerza, otra vez, la yugular y el pescuezo de las rentas del trabajo. No sólo me opongo por las continuas contradicciones en materia fiscal.
Me opongo, además, y sobre todas las cosas, porque si no lo hago, tendría que cerrar este blog que tantas vidas y venidas me reporta.
2 comentarios:
Por que sabemos que van a ser dineros bien utilizados.
Si yo cobrase esas cantidades, no me importaría nada dar hasta un 50 %, todo sea por mantener a nuestra casta politica en sus poltronas.
Pero si no van a ser bien utilizadas, a lo mejor alguno debería pagar en monedas de Euro y meterselas por el cu... una a una a mas de uno.
Un abrazo.
A veces pienso que estamos en manos del ínclito más tonto del mundo. Otras, que es muy listo y dedica todas sus energías para mantenerse en el poder junto a todo su numeroso rebaño. Pero la verdad es que mantenerse como se mantiene en el poder vendiendo trozos de nuestra "una, grande y libre" a los nacionalistas, me reafirma la primera observación.
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